El pasado 22 de Febrero de 2015 participé por primera vez en
la Maratest de Badalona, carrera que nació con la idea de que fuese un banco de
pruebas perfecto para todos aquellos que tres semanas más tarde tienen previsto
participar en la Maratón de Barcelona. Ello porque en la mayoría de planes de
entrenamiento para una maratón suele haber una tirada de unos 30 kms justo tres
semanas antes de la gran cita. Yo el año pasado el día de la Maratest de
Badalona no podía participar (pasamos un fin de semana con amigos en la nieve)
y tuve que correr los 30 kms sólo, de noche, con frío y con un frontal. Fue una
auténtica tortura piscológica, dar vueltas y más vueltas al Prat de Llobregat
hasta completar los 30 kms. Así este año tenía claro que haría la Maratest,
para que fuese mucho más parecido a mi cita del 15 de marzo, y a la vez un buen
banco de pruebas de cara a completar con éxito mi segundo asalto a una Maratón.
Aquel día me levanté a las 6:15, desayuno paleo mientras veo
las noticias y decido cambiar de planes en cuanto a vestimenta: hace viento y
ha bajado la temperatura. Así a última hora cojo una camiseta térmica, guantes
y gorro. A las 7 me recoge Xavi Borràs (alma mater de los Cangreburguer) y nos
dirigimos en su coche a recoger a Felipe, otro del grupo. Llegamos a Badalona
rápidamente, aparcamos en el Màgic Badalona, recogemos dorsales, bolsa del
corredor y camiseta, y hacemos visita rápida al baño donde aprovecho para
ponerme vaselina en pezones e ingles. Dudaba en si ir más abrigado, pero al
final por recomendación de Xavi me pongo una térmica y encima la camiseta de
manga corta de la carrera, junto con guantes y buff (fue una decisión
acertada).
Vamos hacia la zona de salida delante dela Palau Olímpic
donde juega la Penya. Allí calentamos brevemente, hacemos foto de rigor (se nos
une Toni, que va a correr sólo 15 kms) y para la salida. Mi objetivo de ritmo
según me había marcado Andreu López (mi entrenador personal) era marcar un
ritmo 6-6:10 /km (bastante conservador, la verdad), Xavi y Toni van a ir a 4:15
y Felipe a 4:00 (¡vaya bestias pardas!).
Dan la salida y voy a mi ritmo xino, xano. La carrera por lo
que parece han variado de recorrido los primeros kilómetros y es más atractivo
que el de los años anteriores. El grupo se estira rápidamente y hay un montón
de gente pegada como lapas a las liebres que marcan los tiempos teóricos de una
maratón. Para mí no hay ninguna liebre, pero como he salido con mis colegas,
estoy algo más hacia delante y tardarán en cogerme las liebres, sobretodo la de
4 horas. La primera parte del recorrido es distraída porque vas casi todo el rato
en paralelo al mar dirección Montgat. Al cabo de poco rato me doy cuenta de que
debería haber hecho una segunda visita a los servicios antes de la salida, así
que busco algún sitio donde poder parar, pero no hay ningún servicio en todo el
recorrido, con lo que no me queda más remedio que parar en un sitio que no
estuviera muy a la vista (y pierdo un valioso minuto con ello). Me siento
cómodo y voy corriendo por debajo del objetivo de 6 mins/km, siempre en torno a
5:40-5:50, mis pulsaciones están controladas, con lo que no pasa nada. Al
llegar a la estación de tren de Montgat el recorrido da la vuelta y decido
tomarme mi primera cápsula de sales minerales para prevenir calambres y…
aprendo algo para la Maratón: ¡debo llevar cápsulas de sobra porque se me escurre
de las manos una cápsula y la pierdo! Así que tengo que recurrir a mi ahora
única cápsula , me la tomo y sigo camino. Hay avituallamientos en bastantes
puntos del recorrido, casi todos en forma de agua, procuro ir bebiendo todo el
rato.
Cuando nos adentramos en el caso antiguo de Badalona me
adelanta la liebre de sub 4h con unas 30 personas pegadas a ella. Yo sigo a mi
ritmo y de paso conozco Badalona. Ahora empezamos a recibir más ánimos y calor
del público. Acabo la primera vuelta en 1 hora 27 minutos y 59 segundos y
aprovecho para comer fruta: plátanos y naranjas, junto con bebida isotónica
(que ya no tengo cápsulas de sales y no quiero tener calambres).
En esta segunda vuelta voy más solo porque todo el pelotón
está estirado, pero el viento es incluso más fuerte que en la primera vuelta. Me
voy poniendo y quitando los guantes y el buff según la sensación que tengo en
cada momento del recorrido. Ahora hay más gente que ha salido a aprovechar la
mañana soleada y se cruzan con una multitud de runners en su loco objetivo de
preparar una Maratón. En la segunda vuelta las sensaciones son buenas y no
aparecen los temidos calambres. Ahora es el momento en que me voy fijando en
los corredores que tengo a mi alrededor y veo como algunos van haciendo “ la
goma”: yo voy muy constante a mi ritmo más o menos fijo, pero otro los adelanto
y al cabo de poco aprietan y me vuelven a pasar, hasta que al final… los vuelvo
a pasar y ellos siguen atrás. La última vuelta por el centro de Badalona es
francamente bonita, con mucha gente animando y llamándote por el nombre:
gracias Badalona.
Encaro los últimos metros y… ¡se acabó! 2 horas, 55 minutos
y 22 segundos. Prueba, carrera y entrenamiento superado con éxito. Con algunas
cosas aprendidas para la Maratón de Barcelona que correré el 15 de marzo de
2015. Ya queda poco, muy poco para mi gran sueño.
Salud y kilómetros
Comentarios
Publicar un comentario